lunes, 5 de mayo de 2008

¿SEXO DÉBIL?

Celina Rodriguez- espacio de mujeres del Frente Popular Dario Santillan

“Por ser mujer me cuesta más”

En el marco del paro agropecuario, la presidenta Cristina K dio varios discursos en diferentes tonos y con distintos escenarios, pulseando con los protagonistas del paro agropecuario. . En esas oportunidades se la escuchó decir frases como “por ser mujer me cuesta más”. Esta afirmación deja entrever una victimización que ya fue superada por las mujeres luchadoras y organizadas que queremos cambiar, en serio y de raíz, esta sociedad capitalista y patriarcal.; una sociedad totalmente injusta que nos hace sufrir, enojar, luchar, y que nos lleva a organizarnos, juntarnos, separarnos, amigarnos, comprometernos.

En esos discursos, con su voz quebrada hablaba de “el pecado de ser mujer”, “sola no puedo”, “yo sabía que todo me iba a costar mucho”, slogans lanzados en el marco de un malo melodrama.
Ella, los y las que la escuchaban, nosotros y nosotras sabemos que todo esto es una teatralización:
- Ella no está sola, acuerda, forma parte de un proyecto político que no es y no ha sido realmente popular. Las condiciones materiales y subjetivas para miles de hombres y mujeres no han cambiado, con estos años del modelo K: sigue habiendo mas de dos millones de personas que viven de los planes sociales, de las Tarjeta Vida de 100 pesos, de la escasa mercadería que llegan a los comedores, del asistencialismo de los punteros municipales. Hay miles de trabajadores y trabajadoras que malviven de un trabajo precarizado y muchos de estos que avalan el trabajo precarizado, son los gobiernos municipales, provinciales y nacionales que forman parte del proyecto de K. Hay miles de jóvenes que no pueden seguir estudiando, no se cumple con las leyes de salud sexual y reproductivas, hay servicios insuficientes para tratar la violencia familiar y de género incluida la desaparicion de cientos de mujeres para su explotacion sexual; hay desnutrición en niños y niñas del conurbano e interior; hay despedidos, fábricas que cierran, trabajadores y trabajadoras maltratados, impunidad, por mencionar algunas cosas. Seguramente este listado se enriquecerá con las vivencias, experiencias, conocimientos de las y los lectores/as que leen esta revista

No es una recién llegada a la política: no vamos a caer en la crítica fácil que está ahí porque “es la mujer de….”. Ella está en el proyecto, lo armó y lo reivindica. Fue parte de este proyecto en Santa Cruz, fue legisladora y levantó sus manos cuando remataban las empresas de hidrocarburos: Con Kirchner armaron un gobierno fuerte en su provincia por los acuerdos con las petroleras.

"Sabia que esto me iba a costar mucho".Se ampara en su condición de género para solicitar compresión por su presunta debilidad. En su etapa pública siempre formó parte del Partido Justicialista, de un proyecto político , con tradiciones, propuestas, ideologias, acomodos,años de politicas hambreadoras..
Fue legisladora y es presidenta porque formo parte de esa forma de hacer política que nos avergüenza: trepadora, haciendo loby, sin principios, acordando con las multinacionales, con los liberales, levantando las manos en los cámaras en los proyectos mas antipopulares, mintiendo al pueblo, enriqueciéndose con estos manejos, avalando todo y cada una de las políticas de este proyecto. No está allí precisamente por su lucha con las mujeres, con los sectores populares por un mundo igualitario y solidario.
La particularidad, tanto de ella como de su marido, es que agarraron la “ola progresista” de los derechos humanos y el rescate de las nuevas ondas latinomericanas. Mucha cáscara (muchos discursos y movidas de manos) y pocas nueces.

Prejuicio social: ¿Género asociado con el pedido de ayuda?

Hace medio siglo Simone de Beauvoir demostró que la cultura patriarcal, había asignado a la mujer una posición asimétrica basada en atributos tales como debilidad, dependencia, ponderación de lo emocional por sobre lo racional y de lo doméstico por sobre lo público. Las luchas de los movimientos de mujeres a nivel nacional e internacional, han ido rompiendo; en las prácticas y en los discursos estas supuestas debilidades.
Sabemos que nos falta mucho, sabemos que hay victimas reales. Por eso denunciamos los femicidios: los asesinatos de mujeres por el solo hecho de serlo, como sucedió con Sandra Gamboa, o Soledad de Catamarca, sólo por poner algunos ejemplos.
Pero no queremos más ser victimas: queremos se sujetas de cambios profundos; juntas y juntos, en articulación con las luchas populares.

Resulta extraño escuchar a una mujer del poder esbozar la idea del género asociándola con el pedido de ayuda y compresión, que peligrosamente pareciera avalar el prejuicio social de la debilidad de la condición femenina.
En la misma tribuna que alardea con los logros del modelo, se asignan los inconvenientes de la gestión al género.
Se ampara en el género para solicitar concesiones en la presunta debilidad. Cierra los puños como fortaleza, le salen por los poros el autoritarismo y la soberbia de este gobierno K; y al otro segundo, le toca "hacer como" la mujer débil abrazada por el protector marido K.
Apela a el victimismo de género; cuando es un tema que no le interesa para nada; y a las pruebas me remito; las primeras formulaciones es negar el derecho aborto, fundamentandolo en sus ideas religiosas; olvidandosé que como presidenta tiene que tener en cuenta las cifras terribles de cantidad de mujeres muertas por abortos clandestinos.
Como dice la periodista Susana Viau “Se queja de llena”.

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