martes, 4 de marzo de 2008

Anorexia y Bulimia, ¿síntomas o enfermedades?

Entre Sissie Emperatriz y Barbie Anorexia y Bulimia, ¿síntomas o enfermedades?
Isabel Monzon
Hace muchos años, en una institución especializada en nutrición, el médico que la presidía y quien era, además, su fundador, recomendaba a sus pacientes el ayuno y la internación. Caldos y un postre sin calorías era toda la alimentación. Ese médico (de cuyo nombre prefiero no acordarme) pero al que veo nombrado cada vez que abro mi casilla de correos de Hotmail atendía en su mayoría a mujeres y las hacía ayunar. Pero aclaro, no recetaba anfetaminas. En la actualidad ya no hace dietas de esa clase, les recomienda a sus pacientes dietas de bajas calorías y hasta vende productos con su marca-nombre.
Por entonces no se decían las palabras bulimia y anorexia aunque se conocía desde la época de Freud algún diagnóstico de anorexia nerviosa, que era pasajera. La encontramos entre sus Historiales sobre la histeria. Actualmente son muy conocidos centros especializados en anorexia y bulimia. Las pacientes, que en su mayoría son jóvenes y adolescentes, tienen que ir todos los días para que se las controle. Tampoco quiero acordarme del nombre de algunos de esos centros. Nefastos, tal vez sea esa la palabra que los califique.
Ella no quiso contarlo
Tenía tan solo 8 años cuando sucedió el abuso. El abusador era un hombre que trabajaba en el country en el cual sus padres tenían una casa. Pero ella no quiso contarlo porque él la amenazó con matar a su padre. Al llegar a la adolescencia comenzaron sus síntomas. No quería comer, comía poco, hacía muchos ejercicios y a veces, luego de algún atracón, vomitaba. Eran los tiempos en que estaba de novia y que el novio insistía en tener relaciones sexuales. Ella no quería pero se sintió presionada. Y esa primera relación fue vivenciada como una violación. Vaginismo, con ese síntoma ponía límite a una sexualidad que la forzaba. Pero dolía y mucho, como una violación.
Cuando me consultó tenía 20 años. Una joven particularmente bonita que volvía a sentirse abusada por la mirada de los hombres que no apreciaban su belleza sino que, como diría Rita Laura Segato, se trata de la “male gaze” o mirada fija “que es imperativa y captura a su presa”. Es una “mirada rapaz”. Una forma de la violación muy habitualmente sufrida por las mujeres. En alguna ocasión supervisé a esta paciente en un grupo de una institución de la cual yo formaba parte. Una de mis colegas opinó que esa joven era provocativa. ¿Provocativa? Abusada le respondí. ¿Acaso nunca nadie te miró así? Es que mi colega no entendía que ella está inserta en una sociedad patriarcal que nos programa para repetir ese discurso y criar así a nuestros hijos e hijas. A ver desde esa mirada a nuestros pacientes, provocando una forma especial de iatrogenia. Ella no quería volar
Pero era azafata y aunque comenzó a sufrir de claustrofobia, ella debía volar. A los padres de las azafatas se les hacían –por lo menos hace algunos años- descuentos importantes para sus viajes aéreos. Y la madre quería viajar. Quería volar. Me consultó por esa claustrofobia pero al tiempo de comenzado el tratamiento me contó que había dejado de menstruar. La derivé a un endocrinólogo de mi confianza y él hizo el diagnóstico: anorexia. De esto hace varios años. Pero aprendí y poco a poco mi paciente empezó a comer de manera normal. Aprendí de ese médico sensato y nada oportunista llamado Isaac Sinay pero también de Mónica Katz. Según ella “la Argentina compartió con el resto del mundo la epidemia de trastornos alimentarios, no de obesidad, que ocurrió en la década del ’80. Ahora, está bastante estabilizada. En Argentina, del 3% al 8% de la población tiene bulimia nerviosa y menos del 1%, anorexia nerviosa. En el caso de la bulimia, la relación mujer-hombre es 20-1. Los trastornos alimentarios más importantes son la bulimia nerviosa y la anorexia nerviosa.” Katz se refiere a un síntoma, no a una enfermedad, tal como lo hacía Freud en 1895. Y agrega: “Hay tres ingredientes necesarios para que alguien haga un trastorno alimentario. Primero, vivir en Occidente, una sociedad marcada por la imagen, por lo que muestro, no por lo que soy. Segundo, tener una predisposición psicológica o biológica a hacerlo. Tercero, un clima familiar especial.” “La bulimia nerviosa puede curarse totalmente. El concepto de curación, para mí, es haber dejado el síntoma (no vomitar, en el caso de la bulimia nerviosa), tener un proyecto de vida y ser feliz. La anorexia nerviosa verdadera deja deterioro de pensamiento (hay pérdida de masa encefálica), obsesiones, vidas cortadas, problemas de socialización. Una persona que no come se come a sí misma. La curación total de la anorexia nerviosa es complicada.” Pero posible… En una conversación que tuve el privilegio de tener con la doctora Katz, a mi pregunta de si ella había escuchado entre sus pacientes relatos sobre traumas de abuso sexual sufridos en la infancia, Katz me contestó categóricamente que si. Y que predominaba el abuso hacia mujeres. Igual que el doctor Sinay, Katz no prescribe ayunos sino dietas adecuadas para paciente en particular Ella no quiere usar malla Ha padecido de anorexia y bulimia pero ahora parece que come normalmente, no tiene atracones y no vomita. Es una joven de 27 años, bonita e inteligente. Muy enamorada del joven de 34 con quien recientemente se ha casado. Pero evita usar malla. Es que la madre le ha dicho que tiene un agujero en el estómago, no de úlcera, sino un agujero visible en su cuerpo. Entonces, la joven no usa malla. Es una frase extraña la de la madre esta joven. Una frase que nos lleva a pensar que el espejo en el que se mira la hija desvirtúa su imagen. Y que ese espejo debe estar opacado desde hace años. Tal vez desde la infancia.
Ella fue abusada por su hermano Ese es el motivo de consulta. Como es habitual en estos casos, no le resulta fácil hablar del tema. Tiene 26 años. Está en pareja con una joven de su edad quien la incita a consultar conmigo. Fue abusada a los 8 años por su hermano de 14. Cuando se lo contó a su madre a esa edad le dijo que el hermano “le había tocado la cola”. Y la madre respondió desestimando el abuso. “Tu hermano está probando, son cosas de la edad”. Lo volvió a contar hace dos años en medio de una pelea con su hermano abusador y delante de toda su familia. Sus padres no le creyeron. Y el abusador negó el hecho, Eso es lo que más la angustia. La no creencia de sus padres. Además tiene un vago recuerdo de un extraño acercamiento de su padre cuando ella estaba dormida. Hace poco, en una sesión reciente se me ocurrió preguntarle si alguna vez había sufrido de anorexia o de bulimia .Para mi sorpresa, dijo que si, que eso sucedió cuando tenía 15 años pero que había llegado a poder controlar sus atracones y vómitos. No así su hermana que también sufría de esos síntomas en la misma época. Esto nos llevo a pensar que tal vez su hermana también haya sufrido algún abuso sexual, pero ella no lo recuerda. Estos son tan sólo algunos de los testimonios que dan prueba que el abuso sexual sufrido en la infancia puede manifestarse con síntomas de anorexia y/o bulimia. Y que la poderosa industria de la ropa promueve-con sus talles pequeños- que las niñas y las jóvenes – padezcan de esos síntomas.
Barbie y la anorexia Un estudio británico asegura que jugar con muñecas Barbie puede ocasionar trastornos alimenticios en las niñas, debido al ideal de belleza que proponen, según se ha publicado en el dominical “Sunday Times”. En sus conclusiones, el estudio señala que estas muñecas rubias de cintura estrecha han extendido un ideal de belleza que ya persiguen a las niñas en edades comprendidas entre los cinco y ocho años. “Estas figuras ultra delgadas provocan que las niñas ya no estén tan satisfechas con su propio cuerpo”, señala el estudio de la Universidad de Sussex. Para el trabajo, los investigadores -bajo la dirección de la psicóloga Helga Dittmar- mostraron a cerca de 200 niñas entre los cinco y ocho años imágenes de distintas muñecas, entre las que figuraba también Barbie y una muñeca de proporciones normales. A continuación se preguntó a las niñas si se sienten satisfechas con su propio cuerpo. Entre las niñas del “grupo Barbie” la insatisfacción era notablemente superior. Un portavoz de Mattel, el fabricante de Barbie, dijo respecto al estudio: “Barbie no está fabricada según un modelo humano. Barbie permite a las niñas soñar que pueden ser todo lo que ellas quieran cuando sean mayores”. En Internet a través de Goggle se pueden encontrar 31.000 páginas en español sobre Barbie y la anorexia. Prueba fehaciente que con la fabricación de esa muñeca se promueve la anorexia. Algunos padres se niegan a comprarles a sus hijas esa muñeca pero la publicidad es más fuerte e insiste con distintas variedades de Barbie y de su ropa. . Hace años, las muñecas y muñecos con los cuales se jugaba eran bebas y bebotas y las nenas jugaban a la mamá, cambiándoles los pañales y dándoles mamaderas. Más tarde aparecieron los muñecos con sexo, pero seguían siendo bebés. En una nota aparecida en Página 12 el 1 de Agosto de 2003, su autora Victoria Lescano se refiere a las “muñecas, de antes y de ahora” Dice en esa muy rica nota que una anécdota asegura que la diva infantil Shirley Temple recibió de regalo una Marilú, la muñeca favorita de las niñas de clase media y alta argentina. La nota de Lescano me hace recordar que Marilú era vendida –junto a su hermano- en la casa para ropas de niñas Marilú Bracance. Marilú era flaca pero su hermano, era un bebote de goma al que se le podía dar la mamadera mientras por un orificio hacía pis. Era el encanto de las nenas que jugábamos a la mamá. Delgadez extrema El diario Clarín, en su editorial del jueves 22 de febrero de 2007 se refiere a “Los peligros de la delgadez extrema” Cito: “La delgadez extrema, convertida en ideal estético, está produciendo efectos devastadores entre chicos y adolescentes, en especial mujeres pero también entre los varones. La lucha por obtener un cuerpo radicalmente delgado se apodera obsesivamente de los jóvenes y va desmoronando sus cuerpos. Sin lucidez para revertir el proceso, y con un debilitamiento orgánico sostenido, es necesaria la ayuda adecuada para evitar que estos padecimientos les destruya de un modo irreversible la salud y el futuro”. Internet contiene numerosos sitios de promoción de conductas alimentarías que conducen a la anorexia o a la bulimia. También abundan las apologías de estos trastornos que contagian y destruyen a cada vez más adolescentes. En España, una ONG lleva adelante una Campaña Contra la Anorexia y la Bulimia en Internet, con la cual logró cerrar cientos de páginas. En nuestro medio es manifiesta la desprotección en la que se encuentra la infancia frente a la promoción de los modelos de delgadez y de los trastornos alimentarios. Las instituciones y la escuela deben intervenir, ayudando a que los padres prevengan y esclareciendo a los chicos, para torcerles el brazo a estos flagelos que trastornan severamente a los adolescentes y que hacen que pierdan el presente y el futuro.” Muerte en las pasaleras Ella tenía 18 años. Se llamaba Eliana Ramos y era uruguaya. Fue encontrada muerta en su casa de Montevideo en febrero de este año, sin signos de violencia en su cuerpo Los investigadores del caso coincidieron en afirmar que el cuerpo de la chica mostraba evidentes signos de delgadez extrema, claras señales de una alimentación deficitaria. Unos meses antes había muerto su hermana Luisel Ramos, una joven de 22 años que en agosto de 2006 cayó muerta cuando desfilaba en la pasarela de un hotel uruguayo. Fue víctima de un paro cardíaco fulminante. Las dos eran las únicas hijas de un matrimonio uruguayo. Trabajaban como modelos para el empresario argentino Pancho Dotto. Con absoluto cinismo declaró que era "evidente" que las muertes de las hermanas Ramos "se deben a un problema genético, y no de alimentación". Freud sabía de anorexias nerviosas La primera vez que se refiere a este síntoma es en “Un caso de curación hipnótica y algunas observaciones sobre la génesis de síntomas histéricos por «voluntad contraria” 1892-1893. Esa dama sin nombre fue atendida por Freud porque no podía dar de mamar a su hijo recién nacido. Por otro lado, le era imposible alimentarse. Sufría de anorexia nerviosa. En sus Historiales sobre la histeria también se refiere a este síntoma al escribir sobre su paciente la Señora Emmy Von N, de cuarenta años. No puedo referirme en este breve texto a ambos casos tratados por Freud, pero sugiero a los lectores que lo hagan. No sin pensar en el tan esclarecedor libro de Emilce Dio Bleichmar El feminismo espontáneo de la histeria. Texto que nos ayuda a pensar el nexo entre la histeria y la mujer forzada por esta sociedad patriarcal a tener que recurrir a síntomas para rebelarse contra mandatos y dogmas que la dañan. "Sissi Emperatriz"
La maravillosa historia, parecida a un cuento de hadas, fue acuñada en nuestras mentes a golpe de bellas escenas protagonizadas por la angelical Romy Schneider. Todo parecía de ensueño, algunas mujeres admiraban y emulaban al personaje y su mundo. Pero pocas personas conocen las verdaderas vivencias que marcaron su trágica existencia. Esta es una historia de suntuosidad y decadencia, de palacios de cuento que se derrumban, de desequilibrios y fatalidades. Sissi fue una de las primeras mujeres en padecer una de las enfermedades que hasta hace poco creíamos de nuestro tiempo: La Anorexia. La de su protagonista Romy Schneider, tampoco fue una historia feliz. Pero esta historia queda para otro texto.

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